viernes, 9 de octubre de 2009

Cartas de despedida del Che:

El Che y su familia

A mis hijos

Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:

Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds.

Casi no se acordarán de mi y los más chiquitos no recordarán nada.

Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.

Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.

Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un gran abrazo de Papá.

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Queridos viejos:

Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo.

Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo.

Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consiente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.

Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo.

Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy. Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá una piernas fláccidas y unos pulmones cansados. Lo haré.

Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.

Ernesto

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Habana

"Año de la Agricultura"

Fidel:

Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.

Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo, que ya es mío.

Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del partido, de mi puesto de ministro, de mi grado de comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.

Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario.Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.

Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor; aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como su hijo: eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.

Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento, será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo y que trataré de ser fiel hasta la últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena; me alegro que así sea. Que no pido nada para ellos, pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.

Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas. Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte!

Te abraza con todo fervor revolucionario

Che

domingo, 4 de octubre de 2009

A todos...

Somos los nietos, los hermanos, los sobrinos, el hijo de quien fue para nosotros algo más y distinto que una gran artista popular. Con ella compartimos la vida, las alegrías y las angustias privadas. Porque esa gran artista fue además nuestra abuela, nuestra hermana, nuestra tía, nuestra mamá. Es por eso que queremos llegar a ustedes desde ese lugar íntimo, lejos de la severidad y la dureza de los comunicados oficiales: porque sabemos que también la quisieron y la siguen queriendo aún mucho más allá de la cantante y de la artista que los acompañó tantas veces, a la que han hecho parte de su familia aún sin tener lazos de sangre.

Es desde este lugar que queremos contarles que Mercedes -la mamá, la tía, la abuela, la hermana-abandonó este mundo el día de hoy. Pero también queremos decirles que estuvo siempre acompañada-inclusive cuando ya no podía saberlo- por un desfile interminable de amigos y artistas populares, y en cada uno de ellos: Ustedes. Y que a pesar de lo triste de cualquier agonía, pasó esos últimos momentos en paz, peleando aguerridamente contra una muerte que terminó ganándole la pulseada.

Por cierto estamos conmovidos y queremos compartir con ustedes esta tristeza. Aunque, al mismo tiempo, nos queda la tranquilidad de que todos hicieron lo posible- incluida nuestra Negra- para quedarse un ratito más entre nosotros.

Lo que más feliz la hacía a Mercedes era cantar. Y seguramente ella hubiera querido cantarles también en este final. De modo que así queremos recordarla y así los invitamos a hacerlo con nosotros.

Infinitas gracias por ese acompañamiento que jamás dejó de estar presente.

Familia de Mercedes (tomado la pagina oficial de Mercedes sosa)

sábado, 3 de octubre de 2009

Un triunfo del Tercer Mundo

Poderosas potencias económicas compitieron por ser sede de las Olimpiadas en el 2016, entre ellas las dos más industrializadas del planeta: Estados Unidos y Japón. Triunfó sin embargo Río de Janeiro, una ciudad de Brasil.

Que no se diga ahora que fue generosidad de las naciones ricas con Brasil, un país del Tercer Mundo.

El triunfo de esa ciudad brasileña es una prueba de la creciente influencia de los países que luchan por su desarrollo. Con seguridad, en los pueblos de América Latina, África y Asia, la elección de Río de Janeiro será recibida con agrado en medio de la crisis económica y la incertidumbre actual con el cambio climático.

Aunque deportes populares como la pelota sean eliminados de las competencias para dar cabida a entretenimientos de burgueses y ricos, los pueblos del Tercer Mundo comparten la alegría de los brasileños y apoyarán a Río de Janeiro como organizador de los Juegos Olímpicos del 2016.

Es un deber presentarse en Copenhague con la misma unidad, y luchar para evitar que el cambio climático y las guerras de conquista prevalezcan sobre la voluntad de paz, el desarrollo y la supervivencia de todos los pueblos del mundo.

Fidel Castro Ruz
Octubre 2 de 2009
2 y 55 p.m.

HISTORIA DEL MOVIMIENTO SIN TIERRA DE BRASIL