Jorge Armas
Escribir
sobre este tema tan fundamental para nuestra patria es siempre gratificante,
más aún con la carga histórica que tiene y conlleva argumentar tales hechos. Es
menester iniciar estas palabras con nuestro Presidente Nicolás Maduro:
“Nosotros somos un Pueblo de Paz y estamos reclamando lo que es justo y lo que
nos pertenece. Nos lo despojó el imperio británico, el imperio que clavó sus
garras y llenó de esclavismo y de colonialismo todo el continente Americano y
el Caribe”.
Se
abre el debate desde 1811, claro es necesario empezar jurídicamente y
políticamente desde ahí, pero podemos
decir que el robo a nuestro territorio inició desde la llegada y genocidio que
implantaron los colonos españoles, portugueses y británicos a nuestras tierras
y territorios. En 1811 Venezuela se declara independiente de España. En 1814
Holanda cede a Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda el territorio de lo que
luego será la Guyana Británica, la cual se establece formalmente en 1831. Luego
en 1835 el Gobierno británico asignó a Robert Hermann Schomburgk la tarea de
demarcar el límite occidental de la Guayana Británica con la ahora
independiente Venezuela. Nosotros no aceptamos jamás la línea Schomburgk, que
colocó toda la cuenca del río Cuyuní dentro de la colonia. Venezuela reclamó
todas las tierras al oeste del río Esequibo como su territorio, en base a los límites de la Gran Colombia y
los de la Capitanía General de Venezuela, derechos de los que es heredera de
acuerdo al principio del Uti Possidetis Jure (como tu poseías, continuarás
poseyendo). En 1899 la Guyana Británica y Venezuela se someten a un arbitraje
internacional, conocido como Laudo Arbitral de París, que falla a favor de Gran
Bretaña y establece la soberanía de Guyana sobre la región de Esequibo. El
laudo de Paris de 1899 es irrito, fue una transacción a espalda de Venezuela,
la frontera fue trazada arbitrariamente, no se especificaba reglas y no se
observó elementos históricos. Sesenta y siete años después Venezuela, Gran
Bretaña y Guyana Británica alcanzan el Acuerdo de Ginebra, el cual rige hasta
la actualidad el mecanismo por el cual debe resolverse la controversia.
Nuestro
territorio es codiciado por las transnacionales del imperio de EEUU, la riqueza
de nuestras tierras son incalculables, el sistema capitalista requiere más recursos
naturales y a precios bajos para seguir reproduciendo sus ganancias, para
seguir multiplicando su expansión, para seguir ocupando territorios y
destrozando a la madre tierra.
Granger,
Presidente de la República Cooperativa de Guyana es un operador político de la
transnacional EXXON MOBIL, sus actuaciones y declaraciones lo confirman, son provocadoras,
no tienen sustento legal y mucho menos histórica. La Guyana Esequiba es
nuestra, lo demostraremos porque somos hijos e hijas de Simón Bolívar, y con el
Libertador precisamente cerramos: “Primero el suelo nativo que nada. Nuestra
vida no es otra cosa que la herencia de nuestro País”.
¡AMANDO VENCEREMOS!
¡CHÁVEZ VIVE!
@jorgearmasv