Hoy amanecí estudiando. Esa debe ser precisamente una de las tareas de un revolucionario. ¡Estudiar, estudiar! Todavía está oscuro y ahora me traen mi café con leche mañanero. Este y el de las 3:00 pm son los únicos dos cafés que me tomo al día. ¡Cuántas cosas han cambiado en mi vida! En verdad he comenzado una nueva vida, impulsado por la gran voluntad de seguir siendo ser viviente: ¡Vivir para poder, poder para hacer. Hacer la Revolución Socialista!
Y precisamente tengo en mis manos una recopilación de los escritos del sabio pensador socialista Simón Rodríguez, titulada “Inventamos o Erramos”. Tomemos de allí algunas citas del genio caraqueño, uno de los inspiradores de la Revolución Socialista Bolivariana: “La América Española pedía dos revoluciones a un tiempo, la Pública y la Económica”… “Si los americanos quieren que la revolución política, que el peso de las cosas ha hecho y que las circunstancias han protegido, les traiga bienes, hagan una revolución económica y empiécenla en los campos, de ellos pasarán a los talleres…”
Aprovecho la ocasión para recomendarle a todos y a todas: estudiemos economía, para entender más y mejor el mundo que vivimos, para impulsar con mayor éxito la transición hacia el socialismo en nuestro país y para que no puedan hacer pasto de la ignorancia de nadie un grupito de farsantes y manipuladores, todos voceros de la apátrida burguesía que aquí actuará siempre como una quinta columna lacaya del imperio yanqui y subordinada a sus intereses.
¿Quieren un ejemplo? Bueno, nadie se sorprenda, pero al mismo tiempo que una ensordecedora alharaca oligarca comienza a lanzar sobre el país toda una compaña mediática destinada a generar angustia, incertidumbre y caos sobre el tema de nuestras reservas internacionales, un exsecretario de estado imperial escribía casi al mismo tiempo en su cuenta Twitter: 1) “Reservas pertenecen a Venezuela, no a Chávez”. 2) “Sólo dictadores y asesinos se preocupan por el congelamiento de fondos. Chávez es igual a Gaddafi”. 3) “Chávez planea botín de 29 mil millones de dólares en las reservas de Venezuela: no es demasiado tarde para el pueblo de Venezuela y detener este plan”. 4) “Mover las reservas de Venezuela a China y Rusia demuestra el miedo de Chávez, amenaza la economía, lastima al pueblo”.
¡Para muestra, un botón! Habrase visto mayor desvergüenza la del escualidaje contrarrevolucionario, a la hora de arrastrarse exigiendo al Estado venezolano renunciar a sus soberanas obligaciones, pretendiendo la subordinación a los mandatos imperiales.
Claro que a nadie esto debe extrañarle. Ya la burguesía venezolana hizo todo eso y más mientras gobernó a nuestro país durante casi todo el siglo XX, entregando las riquezas del país. Sólo que ahora somos libres, gracias a la Revolución Bolivariana, por lo que Venezuela maneja sus reservas internacionales como mejor convenga a sus intereses. Basta recordar que, hace una década, nuestras reservas eran en verdad escuálidas (sin alusiones para nada políticas, créanme) y además estaban en manos del tristemente célebre Fondo Monetario Internacional. “Cosas veredes Sancho”… Por cierto, sobre el tema de la gran crisis global del capitalismo, leo ahora en la página 24 del diario Vea un artículo del Premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz: “La gran recesión de 2008 se ha transformado en la recesión del Atlántico Norte…y son Europa y Estados Unidos los que marchan, juntos o separados, hacia el desenlace de una gran debacle”.
Lo digo desde mi puesto de mando, por ahora en la retaguardia: ¡Menos mal que en Venezuela llegó a tiempo la Revolución Bolivariana!
2. Mensaje con destino…
Tengo en mis manos el informe más reciente del financiamiento de la banca privada al sector agrícola. ¡No se está cumpliendo con la ley! He dado instrucciones para apretar tuercas al respecto. Después hablamos… Lo mismo pasa con los créditos para viviendas… Recuerdo ahora mismo a mi paisano, el gran lancero y General Patriota Pedro Zaraza: “O se rompe la Zaraza o se acaba la Bovera”
3. Me despido a la llanera…
Ahora oigo tremendo seis por derecho… ¿saben cuál? Les digo: “Apure yo soy tu hijo”, nada más ni nada menos que en la garganta inmortal del gigante Ángel Custodio Loyola… ¡Más nada!
Llanura, te juro que volveré… para seguir viviendo y amándote… ¡Barinas yo soy tu hijo, Apure yo soy tu hijo! ¡¡Patria, yo soy tu hijo!!
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