La Revolución tiene dos grandes enemigos. Primer enemigo: el Imperio, pero no creamos que sólo el imperio norteamericano que está en la Casa Blanca y sus poderes imperiales en Latinoamérica, sino también las principales economías del mundo, sus transnacionales, su poder mediático, su poder de dominación y aparato ideológico. Este gran enemigo es muy audaz y tiene en sus filas a la burguesía nacional, con un poder inmenso, pero no mayor al poder imperial, se puede decir que son lacayos y peones del imperio. En esta gran batalla contra el imperialismo hemos dado unos pasos muy importantes en los últimos 10 años; la derrota del ALCA, recuperación de la industria petrolera, nacionalizaciones importantes de empresas que fueron antes del Estado, nuevos gobiernos nacionalistas en Latinoamérica, entre otras.
El segundo gran enemigo somos nosotros mismos, algunos iniciarán un debate si es conveniente decir esto, creo necesario y urgente debatirlo, confrontarlo y darlo en todos los espacios, claro que no sirva como arma para el enemigo, hay que saber dar la batalla a lo interno. No podemos postergar este debate de nuestro segundo gran enemigo, tenemos taras que arrastramos desde los tiempos de la colonia, magnificado y multiplicado a la enésima potencia por sus lacayos, su poder de dominación y su modo de explotación. En este sentido, debo explayar tres elementos necesarios para profundizar en el debate.
Dentro de los enemigos internos esta el nepotismo, se expresa por la falta de organización y método necesario para escoger los verdaderos cuadros políticos que deben cumplir una tarea transitoria y deben responder a la dirección del comandante Chávez y la revolución, deben entender que no están allí para satisfacer necesidades personales ni para engrosar un curriculum, que a la larga lo que hace es crear una muro indignante contra Pueblo. En la revolución no deben existir privilegios, no somos quienes nosotros para estar beneficiando sólo a un grupo de familiares o de amigos que sólo están esperando el zarpazo y luego saltar la talanquera. Este es un tema urgente de analizar y necesario, no podemos estar creando más élite, basta con las elites que creó la cuarta república, que todavía andan aprovechándose del Estado heredado y haciendo todo lo posible para que no se termine de caer. Observo que para el estado Nueva Esparta es reiterativo el envió de funcionarios para desempeñar tareas de dirección, dejando muy mal parada a la militancia revolucionaria, que tiene cuadros comprometidos, con capacidad técnica, pero por sobre todas las cosas con capacidad política. Con esta práctica estamos repitiendo el malandraje ejercido en la década de los 80 y 90 en el estado Nueva Esparta por el Maestro de la mentira y la corrupción, alias “Morel Rodríguez”, este mal nos persigue todavía. No podemos repetir nosotros este nefasto ejemplo. Creo y estoy consciente que con la nueva etapa de reagrupamiento del Partido Socialista Unido de Venezuela debemos avanzar hacia la dirección colectiva.
Falta de claridad al hablar de socialismo. Hablamos de socialismo y nos referimos a cuatro palabras que suena bonitas en muchos casos, pero que no lo es todo. Estas palabras las aprovecha el imperio, sus lacayos y sus medios para confundirnos. Socialismo es medios de producción en la manos del todo el pueblo, es abolición de privilegios, es la abolición de la explotación, es la verdadera realización del ser humano. Compartiendo por lo escrito por Antonio Gransci, sobre el socialismo y su temporalidad que no es algo fijo, es un cambio continuo, pero lo ratifica como “un régimen de libertad organizada y controlada por la mayoría de los ciudadanos, o sea, por el proletariado”
El tercer elemento: seguimos alimentando al enemigo, como el caso concreto de lo que no debe hacer un revolucionario y es lo realizado por tres concejales que salieron electos por el MVR en el 2005 y ahora “son” del PSUV en el municipio García del estado Nueva Esparta, se ponen de acuerdo con los representantes de la pequeña burguesía del municipio para aprobar el despido de más doscientos trabajadores de la Alcaldía, tratándose esto de un acto contrario a la línea de nuestro Comandante en Jefe Hugo Rafael Chávez Frías y de la Revolución. Ellos aludieron la crisis económica mundial para despedir a los trabajadores y trabajadoras bajo el pretexto de gasto innecesario, pero como cosa curiosa los familiares de los concejales no fueron despedidos. Claro esto no es todo, basta con preguntarse: ¿cuáles han sido las tareas revolucionarias en ordenanzas durante toda esa gestión como concejales? ¿Cuál ha el aporte para el Poder Popular? ¿Por qué no se disminuyeron los sueldos los altos directivos de la Alcaldía? También es necesario hacer un balance a nivel nacional sobre la necesidad de estar manteniendo entidades burocráticas que frenan el desarrollo del Poder Popular.
Vamos todos a construir el nuevo orden: el socialismo, la libertad verdadera es la meta, revolución la estrategia. Venceremos...
Por: Jorge Armas
Fecha de publicación: 31/07/09
PUBLICADO POR: WWW.APORREA.ORG
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